Telégrafo
Habíamos establecido
una concordancia similar a la utilizada en el Telégrafo. Yo era un punto. Tú lo
eras seguido. Tú un tachón, yo dos. Y así hacíamos filas y filas, hasta que el
punto fue aparte. No hubo forma de reconciliación. Ahora somos simples mudos en
un empedrado que quizás mañana nos acabe enseñando que solo hacíamos que
tropezar en la misma piedra.
Vidas encerradas
La elevada consistencia
de las piedras le hicieron ver pasar miles de historias cual más cruel. Después
de los años y apenas desgastadas alzan su voz porque nos quieren contar lo
equivocados que estamos, mientras el hombre sigue pisándolas sin escrúpulos,
como objetos inanimados.
Industria
La industria lítica se
ha revolucionado desde el momento en el que en vez de darse palos unos a otros
han comprobado tras miles de pruebas, que hay armas más eficaces como el
empedrado. Hay quien se dedica a buscar víctimas para empedrarlas y dar un auge
a la industria. Los mismos que se enriquecen. Es la única forma de salir de la
crisis.
Fotografía de José Luis Rafael
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