Cada tres meses la página MP nos invita a escribir un microrrelato en base a una fotografía.
Primera imagen del concurso
El microrrelato que envié fue el siguiente:
Herencias
Postrada en la ventana observas
el paisaje y piensas en todo lo que ha merecido la pena en tu vida, en esas
cosas que nadie piensa. Pasa por tu mente el enclenque del vagabundo, el
encorvado de la catedral, el pestilente alguacil que está liado con la
doncella, el espadachín que para impresionarte corta la fruta de un golpe. Y no
digamos del caballero que trata de conquistarte enfrascado en una armadura a
lomos de un esplendoroso corcel, el cual orgulloso lanza miradas de amor
postizo. Te hace reír el pícaro bufón. Viene a tu mente la vieja mujer que te
leyó la mano advirtiéndote sobre el cambio del destino, tan favorable que dudas
que sea cierto. Vuelve ese olor de juventud, cuando soñabas no ser ingerida por
el dragón, enfrascada en una dosis de locura, y la única herencia era buscar al
amor verdadero, el galán que te salvara. Desvías por un instante la dicha, piensas
en el ayudante del rey, escribe sin demora todo lo que ocurre en la corte, y ordena los edictos. Sabe desde
hace años tu destino. Te peinas el largo cabello, terso como las rosas, recoges
algunos que caen al suelo, y observas que son como las hojas de los árboles
caducos. Así te sientes, muesca a punto de ser doblada, carne lanzada a los
leones, una naufraga olvidada sin galeón.
Desde lo alto de la colmena ves el sol ponerse en el horizonte, te
obcecas en liberarte, en ser una más, hasta rendirte al oír los pasos del rey. Chirría
la puerta. Te lanzas al vacío y en ese instante alguien te salva. El apuesto
príncipe que solo ve en ti unos bonitos ojos y la herencia de un poder que por
consejo del bufón acabará por amasar entre sus manos.
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