El sabor de antaño
Que tú chiquillo ya verás como luego no pensarás
como piensas, decía mi padre. Estas
palabras las tomaba como pulso, y luchaba contra ellas, las veces que hiciese
falta, para demostrar, que yo sabía lo que quería. Fui rebelde, con ganas de
abrir puertas sin saber lo que hubiese detrás, me gustaba el reto, vivir y
experimentar. La única que se mantenía en la distancia era la abuela, que me
daba unos duros para comprarme el paquete de chicles que más me gustaba, y
porque además estaba de vacaciones, y no iba a enfadarse conmigo si me veía una
vez al año. Puede que me aprovechara de las circunstancias, pero absorbí ese
sabor dulce de la experiencia, en un rostro envejecido que sonreía cada vez que
me subía a un árbol y corría tras las palomas.
Me gustó mucho Manuel, me retrotrajo a los tiernos y, desgraciadamente ya lejanos, tiempos de la infancia. ¡Felicitaciones!!!!!!!!!
ResponderEliminarRetoños de niñez. Algo que me inspiró este texto. Me salió casi de golpe.
EliminarGracias por tu comentario.
Hermoso micro, por la forma y él contenido. ¡Quién puede desmentir su esencia y belleza?
ResponderEliminarSaludos y felices fiestas,
especialmente FELIZ NAVIDAD
y un abrazo fuerte por el año nuevo.
Gracias Genessis. Siempre te veo por aquí, espero te sirva para tu viaje, y proyectes cosas bellas. Aunque sea tarde feliz año 2014. Que nos sigamos viendo y leyendo.
EliminarUn abrazo.